Otro año más y ya van veintisiete.
Volvimos a superar las previsiones, más modestas que el año anterior porque el tiempo era menos favorable: no había llovido lo suficiente, aquí en Asturias, y en León, estuvo mucho peor que aquí.
Las visitas a la exposición, también fueron menos numerosas que el año anterior, que fue excepcional, lo que también achacamos al mal tiempo del domingo, 6 de Noviembre, que no paró de llover.
Podríamos resumir la mala suerte de este año, diciendo que no llovió para que salieran las setas y sí llovió para las salidas a recogerlas y el día de exponerlas.
Sin embargo, el trabajo colectivo tuvo su premio, al lograr exponer un total de 383 especies, (la media anual desde 1.990 es de 353). Este éxito que parece contradictorio a las malas condiciones mencionadas anteriormente, se debe a una buena planificación de las salidas y al gran trabajo realizado por los diferentes grupos. Se redujeron a tres, los coches que visitaron León por itinerarios diferentes, y se ampliaron los que recorrieron Asturias: Navia, Avilés, Candás, Villaviciosa, Colunga, Arriondas, Infiesto, Nava, Sariego, Siero, Noreña, Tineo, Teverga… desde el mar a la cordillera y buscando por todo tipo de hábitats: prados, pinares, robledales, hayedos… A esto hay que añadir, la gran ayuda y colaboración que hemos recibido de otras sociedades micológicas asturianas, con una mención especial para nuestro amigo Manuel Laso, que todos los años viene desde Pimiango a traernos un buen número de especies muy interesantes para la exposición.
En Moñes, con la sierra del Sueve, al fondo
Esta vez, los dos paneles elaborados en la Universidad de Alcalá de Henares, sobre fisiología de los hongos y hábitat de los hongos, respectivamente, muy didácticos y de hermosa presentación, quedaron bien a la vista durante la exposición.
Por otro lado, este año ampliamos la mesa de hongos tóxicos, añadiendo en un extremo los “Hongos medicinales, los tres hongos del emperador”: el Rheishi (Ganoderma lucidum), Shiitake (Lentinula edodes) y el Maitake (Grifola frondosa), y al otro extremo los terribles parásitos del género Armillaria, la Armillaria mellea y la Armillaria ostoyae, con panel explicativo de sus andanzas, recopilando así lo expuesto parcialmente en años anteriores.
Nos volvieron a quedar bastantes setas sin clasificar, lo que no es novedad, aunque menos que otras veces, porque el viernes por la noche adelantamos el trabajo más que otras veces y el sábado, tuvimos colaboradores de sociedades micológicas amigas.
Conseguimos 19 nuevas especies, recogidas y clasificadas por primera vez en la exposición.
Además, no faltaron las mortales, Amanita phalloides, Lepiota brunneolilacea, Galerina marginata y Paxillus involutus. Por causa de la meteorología, echamos en falta este año algunas Lepiotas que suelen estar presentes en todas las exposiciones.
Por géneros, hemos contabilizado 25 especies de Lactarius, 1 nueva; 24 de Russula; 15 de Hygrocybe; 22 especies de Tricholoma; 15 de Cortinarius; 16 de Agaricus y 11 de Amanita.
El lunes día 7, por la mañana y como años anteriores, vinieron a ver la exposición los alumnos de 3º de la ESO del Palacio de Granda, que tuvieron la ocasión de conocer el mundo de los hongos, un mundo desconocido para la mayoría de ellos.
Como siempre, tuvimos un buen trato de la prensa, tanto la Nueva España, como el Comercio y el Nora.
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