Aunque tengo el blog un poco abandonado, por falta de tiempo para dedicarle, no pierdo la afición por las setas. Tampoco la esperanza de que esta zona central vuelva a ser lo que antes era. El año pasado comentaba que, después de muchos años, había vuelto a encontrar setas de primavera (Calocybe gambosa), en Pañeda (Siero). En especial ponía cierto énfasis en un setal que me apareció donde tiraba los restos de esta seta después de limpiarlas para comerlas. Pues bien, este año, estoy pendiente de cómo evoluciona la cosa. Sobre todo, con la esperanza de que de nuevo haya sorpresas agradables. Así que, después de la sequía que padecimos todo el año, las lluvias de esta semana santa me han abierto la esperanza de una buena primavera setera. Tengo asumido que, después de una prolongada sequía, abundantes lluvias traen abundancia de setas. Así que, impaciente, hoy me dio por mirar en la pomarada, donde hace muchos años había un setal de setas de San Jorge y... ¡¡¡Sorpresa!!! Esas tres preciosidades que veis en la foto estaban allí.
No podéis imaginaros la gran alegría que llevé y espero que esto sea el principio. Ya sé que aún hay que esperar, pues la lluvia es muy reciente y habrá que dar tiempo para que salgan, pero la próxima semana quizás sea ya una buena fecha. Tengo la intención de recorrer todos aquellos prados donde hace años tenía controladas más de cincuenta corras. Me conformaría con que salieran en unas pocas y confirmaran la recuperación de esta especie por esta zona, ya que me imagino, que sería señal de que también se recuperaría por otras partes. Ya os contaré.
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