Una auténtica sorpresa fue que la primera semana de junio, cuando ya no me lo esperaba, porque jamás había visto setas de primavera (Calocybe gambosa) por estas fechas, en esta zona de Siero, pues aparecieron estas de la foto, algo pasadas cuando las, pero que me confirman que la corra que el pasado año me había salido donde tiraba los restos después de limpiarlas, sigue productiva. Cada vez entiendo menos los misterios de estos micelios ocultos.
Visto lo visto, me decidí a dar una vuelta por la cordillera con la esperanza de que si me habían salido allí, al lado de casa, con más razón habría en la montaña, en altura, que son más tardías. Pues otra sorpresa más, si cabe, porque fue un fracaso total. Setales, rastros que decimos, (corras) vi muchos pero setas ninguna, bueno, alguna, muy pocas, muy pocas y además, pequeñísimas y secas por el Sol.
Visto lo visto, me decidí a dar una vuelta por la cordillera con la esperanza de que si me habían salido allí, al lado de casa, con más razón habría en la montaña, en altura, que son más tardías. Pues otra sorpresa más, si cabe, porque fue un fracaso total. Setales, rastros que decimos, (corras) vi muchos pero setas ninguna, bueno, alguna, muy pocas, muy pocas y además, pequeñísimas y secas por el Sol.
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